lunes, 6 de septiembre de 2010

El Modus Operandi del Chapin - SOFI FERRO-



Para describir al Chapín promedio es necesario comprender el modus operandi de dicha especie:

El Chapín es alegre, fiestero, bullicioso, escandaloso y gritón, busca cualquier tipo de excusa para poder "parrandear" como muestra solamente es necesario asistir a cualquiera de estas fiestas:  bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, 15 años, graduaciones, bodas, baby showers, despedidas de soltera, tés, cumpleaños, etc.; donde dicha especie suele abandonar el evento en estado de ebriedad o traducido al chapín "bien a tuza", "socado", etc. Ese estado puede provocar otros hechos inconcebibles como: dejar "puspos" a otros invitados, "chillar", que llegue "la tira", o simplemente al manejar de regreso a la "choza" que los pare "un chonte", y arreglar el asunto con una "mordida"; eso sí,  si el caso pasa a mayores pueden ser consignados al "bote".

El chapín es tacaño cuando de comprar cosas cotidianas se trata, utilizan el método del regateo y el descuento en todos lugares, cupones, martes pizza y miércoles al cine porque es 2X1.

En cuanto al comportamiento en lugares públicos como el cine, los chapines aplauden cuando termina la película, platican cuando no ha terminado y suelen ser callados por otros chapines que hacen más ruido al callarlos que el que hacían los primeros, si se va la luz en el cine es de esperar escuchar los gritos, o simplemente a una persona gritar "¡Devuelvan la choca!"

Otro aspecto importante a evaluar en un Chapín es el comportamiento cuando viajan: Suelen llevar con ellos cajas amarradas con "pitas" o lazos de colores, si cuentan con una valija ésta es adornada con más "pitas" de colores para su pronta identificación, en cada viaje suelen llevar: champurradas, pollo campero, dulces típicos, manteles, pulseras típicas, tamales, queso de capas, pan francés y de manteca para visitar a todos los otros chapines que no han gozado de dichos manjares en muchos años.

Si llegan a hospedarse en un hotel en cualquiera de sus viajes, ya sea en el interior o exterior del país es común notar que: se llevan el shampoo, acondicionador, jabón y papel de dicho establecimiento, además suelen tomar la sal, pimienta, azúcar, salsa ketchup, chile y mayonesa en sobre que puedan encontrar en los restaurantes.

Los chapines tienen “traída” en lugar de novia y “tatas” en lugar de papás, son exagerados y sumamente impuntuales, un ejemplo común de estas dos características se puede escuchar cuando un chapín le dice a otro: “tengo siglos de estarte esperando”, cuando en realidad han sido unos cuantos minutos o bien una hora.

Ser identificado como esta especie trae muchas ventajas y desventajas, pero es un ser orgulloso de ser como es. QUE VIVA EL BUEN CHAPIN.

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