jueves, 21 de octubre de 2010

Chapín

Respuesta a Javier Payeras

Payeras se preguntaba, en Ruido de Fondo, si existe verdaderamente el guatemalteco. Yo no sé. Si es por haber nacido aquí, talvez. No hay identidad cultural en esta ciudad. Somos la cultura desculturalizada.

Ayer manejé por la ciudad. Pasás por la zona 14, impoluta, los Mercedes Benz vomitando niños en Futeca, árboles, cielo azul, perfección. La exquisita mierda de la clase alta en todo su esplendor.
Vas al centro. Lo primero que identifico con el centro son los cables de electricidad. La tecnología, el siglo XXI que no nos deja ver el cielo. Paredes despintadas, gente ocupada caminando por ahí. Estudiantes en las esquinas. Había un drogadicto desmayado en la puerta de una casa de casi media cuadra y cien años de edad. Frases revolucionarias y graffiti en cada esquina. Hay algo de esplendor en el centro. Perdido, sí, pero hay algo. Tiendas de chinos, la sexta avenida. Una soledad opresiva me sorprendió cuando estaba ahí. Uno está solo en el centro.

Me pregunto yo también si de verdad existe el guatemalteco. Payeras dice que no, que cada uno de nosotros tiene su propio país.

Yo no sé, pero me siento guatemalteco en el centro. Pertenezco a la zona 14, pero no puedo con la hipocresía y falsedad que se respira. No puedo con la Cañada, prisión de ricos. No puedo con las casas con empleadas/esclavas, no puedo con los carros nuevos para el hijo que se gradúa del colegio. No puedo con la apatía de la zona 14.

Siento que si en verdad existe el guatemalteco, está en las calles congestionadas del centro. Donde uno no importa, donde la melancolía flota y se mezcla con el humo de las camionetas. El guatemalteco existe en la señora que se bajó del bus y camina por la calle. El guatemalteco existe en el chavo que cuida los carros. El guatemalteco existe en los cables de electricidad del centro.

Caminaba por la séptima avenida. El sol, filtrado por los cables, me pegaba de lleno en la cara. Fumaba un cigarro, le dí fuego a un señor cincuentón en la esquina. Gracias, canche, me dijo. Sonreí, continué caminando. De un sucio comedor salían tres hombres, olorosos todavía al almuerzo. Me puse a escuchar. Bocinas de carro, el zumbido de un transformador viejo, carcajadas de los borrachos tempraneros en otra esquina. Hasta atrás, ese silencio impenetrable. Solo en el centro hay un silencio así detrás de todo el ruido. Apagué el cigarro y seguí caminando.
Ahí es cuando sentí al guatemalteco que tengo dentro moverse. Ahí fue cuando pude contestar a Payeras.

Existe un guatemalteco. Lo tenemos, todos, escondido, metido en lo más profundo. Solo es cuestión de despertarlo.


Teo Rodríguez

lunes, 11 de octubre de 2010

El Domingo de un chapín

El chapín come tor trix y toma coca, almuerza pollo Campero y lee Nuestro Diario. También se le puede ver en el Parque Central comiendo tostadas y tomando atol de elote mientras se echa un su lustre. O en la Plaza Berlín disfrutando de un elote loco después de volar pata desde el Obelisco y esquivando patinadores, ciclistas y chuchos que inundan la Avenida Las Américas. Una granizada de limón y pepita, un helado de hielo y un algodón de azúcar, mientras las cabras pasean patojos de aquí para allá en casi ridículas carrozas. El pony no falta para tomarse la foto Polaroid y las pelotas de tripa de coche. El globito, el chupete y los modernos muñecos inflables. Solo en la memoria quedaron los avioncitos de duropord que vendían en el Zoológico La Aurora, las burbujitas de jabón y el trencito que circundaba todo el parque.

 
Pero el chapín tambien es caquero. Se va al cine de Okland o se va a comer pitza a Miraflores aunque lo pudiera hacer en cualquier otro lado. Se va a la Antigua y de regreso pasa al mirador a pedir una tostada y un atol desde el carro para mayor comodidad. Se pone sus crocs cuando llega a su casa y duerme con pijamas de winie poh.

 
El chapín es un gran deportista. Practica el levantamiento de tarro y barra libre. No falta a su devocional partido dominical del sábado. Y la chamusca de la tarde.

Pero el chapín es bien topado. Es calidá, es bien pilas y bien arrecho. Lo que le falta de pisto le sobra en cultura y costumbres. Nunca le faltan los cuates y las traidas, y para los frijoles, donde comen dos, comen tres, y Dios me guarde que vaya a faltar el rimero de tortillas.

Ana Lucia Quiñonez
2014009

La promoción de Q15

“Hasta aquí llegamos jóvenes, les espero la siguiente clase.” Como no hay un timbre o una alarma que indique que ya son las 7 de la noche, esas palabras nos indican que es hora del receso. En casi carrera, nos dirigimos al área de la cafetería para alcanzar a comer algo antes de que empiece la siguiente clase. Llegamos con mi inseparable compañera Carmen. “¿vas a comer hoy? Y ¿qué comemos vos? Son las preguntas del turno y vemos que ya hay una cola para Pollo Campero a la que nos incorporamos.

Uno a uno pasan los que les toca pedir y de la misma forma los que se agregan a la odisea, y otros que se cuelan para no esperar tanto, de poder saborear un delicioso (o accesible) menú de a Q15.00, que incluye dos porciones de pizza de jamón y una Pepsi pequeña. Con billetillo en mano, el muchacho de la caja parece adivinar lo que vamos a pedir como si tuviera poderes psíquicos.

Algunas veces, yo hago la cola mientras Carmen va a la fotocopiadora por un documento o a dejarle un libro a su novio. Cuando regresa ya me encuentro sentada esperando con la comida para devorarla cual si fuese la última.

Ana Lucia Quiñonez
2014009




Entre versos y musica

Las Marionetas Mienten… Es el título del primer deleite literario de la mano de Vania Vargas, quien después de explicar el origen de su obra, la compartió con el auditorio del cual yo formaba parte. Distante de terminar, le siguió Juio Prado con Rockstar, Nicol, Pablo Bromo, con un dinamismo excepciona. Además, fuimos honrados con la participación de la Licenciada Claudia Navas.

San Antonio de Cabeza, así se autodenomina un dueto musical con tendencia bohemia quienes marcaron el inicio de los exponentes musicales. El más sobresaliente podría ser Juan Aguirre, ex vocalista de Razones de Cambio, quien, como solista, compartió con su público la canción “Buenos días señor sol”, tema que sería uno de los oficiales de la Teletón 2010.

Ana Lucia Quiñonez
2014009

Camino sin rutina

Cada día es diferente el lugar donde me encuentro de donde salgo para llegar a la U. algunas veces, hago uso de mi GPS humano (le llamo a alguien que me diga el camino) para no perderme y llegar a tiempo. Por lo regular, son casi las cinco de la tarde y el tráfico en la ciudad comienza a hacerse más pesado. Nunca faltan los baches que se me atraviesan en el camino.

A pesar de la tensión del tráfico, el radio nuevo que le compré a mi pildorito (así le digo a mi carro) me da felicidad, además de música relajante.

Cuando voy manejando a la U, mi teléfono suena mil veces, y procuro no contestar para no perder la concentración y provocar un accidente.

La intensa cola del redondel para entrar al estacionamiento me pone bastante nerviosa, aunque me da tiempo de buscar mi billetera donde cargo el carné y muchas veces me toca quedarme en la parte más lejana. Eso significa caminar más y emplear más tiempo para llegar a clases.

Ana Lucia Quiñonez
2014009

miércoles, 6 de octubre de 2010

LA OTRA CARA DEL SER CHAPIN.

DIONISIO ESTEBAN.


CARNÉ 2680385.

Mi amiga Malku’ caminaba por una de las calles de Nueva York con su traje Maya y de repente, unas mujeres, por sus fachas ella sabía que eran originarias de ese país se les acercó y le dijeron: “Hola, eres Chapina”. Ella había escuchado que así se le llamaba a la gente que vivía en Guatemala y con una respuesta entre cortada dijo: Siiii…, soy de Guatemala.

Luego continuaron diciendo: hemos tenido algunos amigos de Guatemala y dicen que allí la gente come tamalitos con carne, frijoles con chicharrón, además la gente es muy amable y servicial. También hay gente haragana y muy introvertida. Tu país tiene lugares bien bonitos como la Antigua Guatemala, el lago de Atitlán, Tikal, Zaculeu en un lugar llamado Huehuetenango. Ella respondió: “sí, talvez sí…, pero les voy a contar la otra cara de quienes vivimos en Guatemala y que nos llaman Chapines”.

Después de haberlas invitado a que se sentaran en unas banquetas cercanas comenzó a decirles: “Miren, allá en mi aldea, nosotras las mujeres nos levantamos muy temprano porque nos toca moler el nixhtamal, con el santo maíz hacemos los tamalitos que nuestros esposos llevan en su morral para ir al trabajo. En la casa, todos estamos unidos y cualquier trabajo que necesitamos hacer, nos ponemos de acuerdo para realizarlo. Cada quien hace lo que sabe hacer y si es un trabajo que quiere mucha fuerza, nostras nos encargamos de la comida y el hombre se va a ese trabajo”.

“Haaa, también nos gusta mucho rezar, vamos a los cerros donde están los altares de nuestros abuelos. Pedimos por la memoria de los antepasados, también por la familia, nuestros trabajos, los animalitos y por nuestra Madre Tierra. Cuando es la fiesta del Patrón del pueblo, compramos ropa nueva y estrenamos el mero día del patrón para que El este contento con nosotros”.

“Cuando alguien se enferma o tiene una gran necesidad, el principal de la comunidad nos convoca y sesionamos sobre cómo le vamos a ayudar. Nadie se queda solo porque todos somos como hermanos los miembros de la comunidad. Además cuando hay necesidades de la comunidad, todos vemos la manera de cómo salir adelante. No importa aquí si sos hombre, o mujer o cual es tu religión”.

Ellas estaban admiradas de escuchar lo que decía mi amiga Malku’ y finalmente dijo: “mejor termino aquí porque creo que se están cansando de escucharme y les dejo mi número si quieren saber más otro día” Así fue cómo ellas lograron tener otra idea diferente sobre cómo eran los “chapines”, diferente a la versión que ellas habían escuchado anteriormente.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

El cahpin



El Chapín

Un hombre impuntual, acomodado, sin algún deseo de sobresalir, siempre insatisfecho con lo que tiene, no es original, siempre imita lo que considera superior a él, es envidioso, chispudo, amigable, webón, parrandero, siempre es una persona negativa nunca tiene la culpa de nada, siempre hay un culpable para el, le gusta pasarse de listo, no respeta las leyes , es una persona machista y hasta las mimas mujeres chapinas contribuyen a lo mismo.  Es aprovechado, tacaño, exagerado, shute. El chapín así con todos sus defectos y con sus cualidades aunque realmente en este texto no se mencionan , es tan fácil reconocerlo en cualquier parte del mundo.

Andrea Rossell 

viernes, 10 de septiembre de 2010

El Chapin

El Chapín


Esta mañana me levante algo tarde, como cosa rara, llegue tarde a mi trabajo, pero no pasa nada, lo peor es que la camioneta no pasaba, aparte iban todas llenas “ Trébol Trébol vacios, decía el brocha, vacios será mi huevo dije yo, cuando me subí iba con una pierna en el aire y agarrado solo con una mano, “córranse atrás esta vacio” era lo que escuchaba en mi oído, porque el mula del ayudante me venía gritando a mí, pero no pasa nada, tengo un horario chapín, aparte tengo de pretexto que había un accidente y había cola, allí por el trébol; ¿conoce usted?, bueno y lo peor de todo es que la cola no era por el accidente, si no porque había un montón de shutes que se quedaban viendo con cara de mulas, camine al llegar a la parada de mi trabajo, allí por el obelisco, encendí un cigarro y camine hasta allí por próceres, donde está la doñita que vende panes con frijol y atol de ava, “ummm que rico dijo mi panza”. Decidí comprarme algodón pa comer, marque tarde, y alguien me saludo en el pasillo de la oficina, diciéndome “Buenas noches vos” mientras yo le dije en voz calladita “ Sho mula”.

Jose Anderson

jueves, 9 de septiembre de 2010

DESCRIPCIÓN DEL CHAPIN
Por: Adriana Duarte

Tan solo un humano, un ser que lo podemos ver como un esqueleto andante, un  guatemalteco. Ciudadano que dice estar orgulloso del país. Demostrando su orgullo, shuco, colocho y terco. Una persona necia,  machista, orgullosa, posesiva. Alguien que se deja llevar por las cosas novedosas o nuevas que surgen con el tiempo. Una persona que esta fregada de la cabeza que después de un día duro de trabajo lo único que quiere es ir a chupar con los cuates o andar fresh. ¿Tortillas o pan? Algo que a su antojo el elije ya dependiendo del gusto. Chaparro, gordito, panzudo o timbudo. Trompudo, enojado, borracho, parrandero, pendejo, exigente, haragán, dejado, impuntual, irresponsable, inmaduro. Siempre teniendo la mamitis, siendo un pobre muchachito consentido que nunca dejara por un lado la opinión de la madre, sin el poder tomar sus propias decisiones. Alegre, inseguro, pensando siempre en cuando se podrá hechas su chamusca con los cuates o cuando van por unas cervecitas. Siempre aquel chapín morenito tratando de vestirse a la moda, con tan poca altura y tan pocos son los huevos que comen ya que las enfermedades se lo comen a uno como shukos envueltos del liceo. Subiéndose los humos hasta por los codos, tratando de aparentar o llevar una vida “agringada” encerrándose en una pequeña burbuja a la cual no pertenece pero aun así sigue engañándose. Despeinado o con el pelo planchado, camisa rosada o negra, zapatos de skate, bands o mocasinas, tacuche o jeans rotos, mochila o morralito de la antigua, eso es el chapín.  

miércoles, 8 de septiembre de 2010

sin título- Teo Rodríguez (sobre un niño de la calle)

Lencho vivía en el centro desde hacía varios años. Su casa, al menos durante los últimos meses, se encontraba cerca de la avenida Elena. Dormía entre las bolsas de basura que la gente había dejado en la acera, formando una especie de vertedero hechizo. Lencho había cavado un tunel entre los deshechos putrefactos y las cucarachas, y al final del tunel encontraba su propio espacio maloliente. Las ratas lo habían dejado de molestar, seguramente no encontraban ya que comer entre las bolsas y verduras podridas. En ese espacio repugnante dormía Lencho, tan acostumbrado al olor que ya ni lo sentía. Por las tardes, Lencho iba en búsqueda de comida. Generalmente se dirigía a la sexta avenida, con los ojos pelados buscando un pedazo de pan, un poco de mango con pepitoria que se cayera de la carreta de la señora, una bolsa de sabritas que el vendedor de zapatos dejara descuidada. Casi siempre conseguía algo, y huía por algún callejón para comérselo en paz. A veces lo seguían sus compañeros carroñeros y se peleaban con él por algunos bocados. Lencho era ciego de un ojo por un arañazo recibido en una de esas peleas callejeras. Así pasaba sus tardes Lencho, paseándose entre los vendedores de DVD piratas y camisas de contrabando. La gente no lo quería mucho, y generalmente lo pateaban o insultaban. Lencho había aprendido a ignorarlo, pues al enojarse solo saldría morongueado, o muerto. Una vez la señora del puesto de películas porno le había roto una costilla a escobazos porque lo encontró robándose una manzana. Lencho le tenía pánico a la señora, y evitaba siempre ese lado de la calle.
Un miércoles, Lencho no encontró nada que comer, y se quedó sentado en la entrada de Campero, tratando de llenarse con el delicioso olor de pollo frito en aceite rancio. Lenchó esperó que los vendedores recogieran sus puestos y se fueran a sus casas. La sexta quedaba desolada a esas horas, desperdicios y bolsas de plástico correteando con el viento entre los esqueletos de los puestos de venta. Lencho pasó horas buscando ente la inmundicie, pero no encontró nada comestible más que medio limón, ya exprimido. Derrotado, decidió regresar a su casa. Cruzó la calle sin ver.
El frenazo no fue suficiente para evitar atropellarlo. Se oyó un grito, y que cuerpo de Lencho se desparramó a la mitad de la avenida. Las luces del carro iluminaban el cuerpo tendido, inmóvil. El conductor se bajó a toda prisa y vio la sangre de Lencho regada en el asfalto y el bumper de su carro. Lenchó tenía la lengua de fuera, y cerraba lentamente los ojos. El rabo dejó de moverse, y el conductor se subió a su carro y se fue.
Pobre chucho, pensaba.

Chapinas Mañanas - DRL

La chapina despierta muy temprano alrededor de las 5 de la mañana comienza sus faenas diarias, empieza lavando ropa y cambiando de lazo lo que se necesita usar ese día, si hubiera algo que no está completamente seco rápidamente lo coloca atrás de la refri al fin y al cabo lo que necesita es satisfacer a los comensales.



Luego de haber verificado que la ropa este seca la chapina rápidamente se mueve a la cocina y empieza a preparar los distintos platillos que la familia gusta comer por las mañanas. Y es que los chapines tienen gustos distintos y además prefieren la comida a diferentes temperaturas, la pobre chapina tiene que hacer malabares para tener el MOSH al dente para algunos y casi congelado para otros. Mientras va cocinando también va empacando el almuerzo para todos los familiares, para esto utiliza bolsas plásticas de distintos colores, no se sabe de dónde salen tantos colores pero ella siempre tendrá una bolsa aunque sea con el logotipo del alguna cadena de supermercados.


Poco a poco todos van despertando, y la chapina es la encargada de la logística y de que nadie se tarde más en el baño; si alguien se toma más tiempo con un contundente berrido es apresurado y amedrentador. En ese preciso momento y mientras le sigue echando un ojo a la comida se desata una batalla digna de mercado, entre gritos de “Apúrate mierda!”, “Ya vamos tarde”; se decide por abrumador “YA SHO PATOJOS APURENSEN”.


Mientras la familia llega corriendo y terminando de hacer otras actividades (Planchándose el pelo, haciendo tareas, rasurándose; la chapina termina de preparar el desayuno, sirve la mesa y rápidamente lanza un alarido “¡VENGAN A COMER!” y así terminan de llegar todos los que hacían falta –chucho incluido- todos se sientan en la mesa y empiezan a comer como que no existiese el mañana. La chapina mientras tanto no ha provado bocado, pero ella tiene que tener todas las demás cosas que necesitan listas, sale corriendo a la tienda a comprar las refacciones de los niños - no abren hasta tarde- y “pega una carrera” de regreso.


Logra llegar a tiempo para ver como todos dejan la mesa echa un autentico desastre y entonces le toca entregar los suéteres y zapatos que previamente había colocado detrás de la refri. Para colmo el marido le pide que le caliente el carro para que no se vaya a quedar, ella arranca el carro mientras le pasan mil ideas de fuga por la cabeza. Entra corriendo logra despedir a los niños antes de subirse al carro y al marido ya solo le mira la sombra al momento en el que todos salen corriendo al carro.


La chapina ahora se queda sola en casa, sintoniza galaxia la picosa y se encomienda al colocho para que el carro de la promoción pase por su barrio.

Por: Diego Rosito

lunes, 6 de septiembre de 2010

El Modus Operandi del Chapin - SOFI FERRO-



Para describir al Chapín promedio es necesario comprender el modus operandi de dicha especie:

El Chapín es alegre, fiestero, bullicioso, escandaloso y gritón, busca cualquier tipo de excusa para poder "parrandear" como muestra solamente es necesario asistir a cualquiera de estas fiestas:  bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, 15 años, graduaciones, bodas, baby showers, despedidas de soltera, tés, cumpleaños, etc.; donde dicha especie suele abandonar el evento en estado de ebriedad o traducido al chapín "bien a tuza", "socado", etc. Ese estado puede provocar otros hechos inconcebibles como: dejar "puspos" a otros invitados, "chillar", que llegue "la tira", o simplemente al manejar de regreso a la "choza" que los pare "un chonte", y arreglar el asunto con una "mordida"; eso sí,  si el caso pasa a mayores pueden ser consignados al "bote".

El chapín es tacaño cuando de comprar cosas cotidianas se trata, utilizan el método del regateo y el descuento en todos lugares, cupones, martes pizza y miércoles al cine porque es 2X1.

En cuanto al comportamiento en lugares públicos como el cine, los chapines aplauden cuando termina la película, platican cuando no ha terminado y suelen ser callados por otros chapines que hacen más ruido al callarlos que el que hacían los primeros, si se va la luz en el cine es de esperar escuchar los gritos, o simplemente a una persona gritar "¡Devuelvan la choca!"

Otro aspecto importante a evaluar en un Chapín es el comportamiento cuando viajan: Suelen llevar con ellos cajas amarradas con "pitas" o lazos de colores, si cuentan con una valija ésta es adornada con más "pitas" de colores para su pronta identificación, en cada viaje suelen llevar: champurradas, pollo campero, dulces típicos, manteles, pulseras típicas, tamales, queso de capas, pan francés y de manteca para visitar a todos los otros chapines que no han gozado de dichos manjares en muchos años.

Si llegan a hospedarse en un hotel en cualquiera de sus viajes, ya sea en el interior o exterior del país es común notar que: se llevan el shampoo, acondicionador, jabón y papel de dicho establecimiento, además suelen tomar la sal, pimienta, azúcar, salsa ketchup, chile y mayonesa en sobre que puedan encontrar en los restaurantes.

Los chapines tienen “traída” en lugar de novia y “tatas” en lugar de papás, son exagerados y sumamente impuntuales, un ejemplo común de estas dos características se puede escuchar cuando un chapín le dice a otro: “tengo siglos de estarte esperando”, cuando en realidad han sido unos cuantos minutos o bien una hora.

Ser identificado como esta especie trae muchas ventajas y desventajas, pero es un ser orgulloso de ser como es. QUE VIVA EL BUEN CHAPIN.

domingo, 5 de septiembre de 2010

LA CULTURA NO ES UN LUJO, ES UNA NECESIDAD – SOFI FERRO-



En Guatemala hay mucho talento, pero lamentablemente cuesta explotarlo por las diferentes dificultades que se encuentran en el mercado. Primero te hacen leer un autor inglés o argentino, que  a un guatemalteco.
Pero para tomar acción ante esta decepcionante realidad que se vive en la mayoría de entornos guatemaltecos, la Universidad Rafael Landívar organizó una noche llena de poesía complementada de músicos artistas que motivó a los estudiantes de Ciencias de la Comunicación a tirarse al charco y cubrir esa necesidad de cultura artística que se necesita en los jóvenes. Esta se llevó a cabo el 25 de agosto en las instalaciones de la Universidad.

Los latidos de los corazones de los poetas y músicos se pudieron sentir durante la velada. El privilegio de tener presentes a varios artistas guatemaltecos que han logrado triunfar con su talento y creatividad cautivó a la audiencia con tan buenas interpretaciones. Y es importante resaltar que para muchos es difícil sacar a relucir lo que pasa por sus mentes y volverlo un arte.
Con la buena vibra que lograron transmitir los escritores Pablo Bromo, Alejandro Marré, Luis Alejos, Claudia Navas y Vania Vargas fue el reflejo del interés del púbico para comprar sus obras con tan sólo haber recitado un poco de sus obras. 

La música  de Juan Aguirre como proyecto solista alegró a los jóvenes, los hizo cantar, recordar buenos momento y a muchos logró inspirar a seguir alcanzando ese sueño de pronunciarse a través de la música. Fue la oportunidad perfecta para invitar a todos los presentes a aventurarse vivir y a sentir lo importante que es el poder de la expresión. Fue un momento perfecto para capturar la atención de todos! UNA NOCHE LLENA DE BUENA VIBRACIONES PARA RECORDAR.


Princesa Con Pies Descalzos - SOFI FERRO-



Mira estoy sonriendo, estoy jugando , trabajando y estoy gozando;
y aún así estoy ganando.
De otro modo es inútil, de otro modo es absurdo.
Desde pequeña me ensañaron tres idiomas, a actuar, a cantar y a pedir
Y sin una escuela a la cual asistir
Así que “guan dólar plis” ($1.00)
Es lo más rápido que puedo decir para vivir

Ando con los pies descalzos y los ojos amargos
de tanto llanto por tener mi estómago en blanco
Y es por eso que ando trabajando para un poco de caldo

Aunque no lo creas , lo tengo todo, nada me falta
Y si me quedo con las ganas,
Solo alzo la mirada y me imagino lo que necesito en casa.
Todo se puede con magia blanca.

Soy el paisaje de una cultura viviente,
una foto de una sonrisa con dientes
y una princesa sin caros aretes.
No tengo pendientes,
más que encontrar un poco de pan con leche,
pero si quieres me das un billete
y me voy muy alegre.

Tengo dos casas,
una en la Antigua con gente importante,
pero esta queda en la calle;
y otra en el pueblo que es muy cambiante por los climas actuales de Guate.

Duermo todas las noches y sueño  que las cosas se pongan mejores
Juego todas las tardes, pero la vida no es de cristales
La gente me ve por las calles, pero ignoran a esta vida sin padres
Espero algún día llegar a ser una princesa,
pero que no aparezca en la prensa por tanta tristeza
Espero a salir de esta pobreza.

Panza llena, corazón contento? - Sofi Ferro-

Contando los minutos para que termine el primer periodo de una jornada más de estudio, se pierde la atención ante la necesidad de tener un poco de distracción previa a la siguiente clase. Viendo a cada rato el celular para ver a qué hora nos van a sacar y poder ir directo a llenar el estómago. Por fin el momento tan esperado llega, mis amigos y yo nos disponemos a “buscar algo de comer”. Mientras recorremos los pasillos de nuestra universidad para llegar a nuestra plaza techada, que es más parecida a un “food court” de un centro comercial cualquiera, mientras tomamos la decisión de qué vamos a comer, percibimos el olor de la levadura que proviene de subway acompañado del ruido de la cola que se hace en campero, bajamos las gradas y por fin decidimos iniciar la cola en “go green”, ya que a veces, todos nos las llevamos de saludables.

Mientras hacemos la larga cola, no se puede evitar escuchar que muchas personas comparten vivencias (las cuales no son muy buenas ni interesantes), momentos de alegría o simplemente hacen bromas para hacer un poco más amena la espera. Al mismo tiempo, sabiendo que solamente tenemos 30 minutos para comer y distraer nuestras mentes, nos damos cuenta que siempre perdemos 15 valiosos minutos haciendo cola y oyendo estupideces de la mara hasta que logramos ganar esa enorme cola; y cuando llegamos a caja, siempre más de alguien aún no sabe qué pedir y nos tardamos un minuto más esperando la decisión correcta para el menú. 

Luego de superar dicha situación y de obtener nuestros sagrados alimentos, nos dirigimos al lugar menos frio y más cercano a nuestro salón para empezar a comer y de repente, nos damos cuenta de la triste realidad y ya es hora de ir al segundo período. Pero, valió la pena hacer la cola…?? Vale la pena gastar 15 o más minutos en hacer cola? Alguien puede llevar refa para todos? Naaah, pero es buenísimo compartir con todos y no importa perder todo el receso tratando de conseguir comida si nos la pasamos bien! y es acá cuando se demuestra que el corazón está contento y la panza se logra llenar un ratito! =)

viernes, 3 de septiembre de 2010

UNA TARDE DISTINTA por Andrea Gutierrez

La tarde del 25 de agosto en la Universidad Rafael Landivar no fue como cualquier otra. Esta vez estuvimos rodeados de talento y creatividad reflejada a través de la poesía y la música. Entre los poetas encontramos a los talentosos Gabriel Volke, Julio Prado, Vania Vargas y por supuesto nuestra talentosa catedrática Claudia Navas que con el sentimiento apropiado nos leyeron un poco de las obras que escribieron. La manera en que representaron sus obras habla mucho sobre lo que querían transmitir y lo que sintieron al momento de escribirlas.
Debo admitir que al principio no entendía lo que estaban diciendo y por algunos momentos me perdí, pero luego comprendía que al prestar una cuidadosa atención poco a poco fui comprendiendo. Uno a uno fueron pasando los poetas y la respuesta del público presente fue bastante positiva y todo el tiempo estuvieron concentrados. La respuesta de algunos fue con gestos o sonidos de sorpresa y admiración. Fue muy notorio que el público compartía el sentir del poeta, para algunos probablemente se toco algún tema en específico que lo conmovió en algún nivel y que le causo algún impacto profundo.

En el área de la música contamos con el talento de San Antonio de Cabeza y Juan Aguirre. El primer grupo contaba con un buen repertorio de canciones, ninguna de ellas me sonó familiar pero de igual manera lo disfrute, siempre he dicho que la música es una gran manera de expresarse y transmitir a otras personas algún tipo de sentimiento y esta no fue la excepción. Al principio todo el público presente estaba muy atento pero cuando iba transcurriendo el tiempo y se aproximaba el receso la gente se comenzó a desesperar y como todo “buen chapín” muchos comenzaron a hablar entre ellos o se paraban y no pusieron atención. Como guatemaltecos siempre nos estamos quejando sobre el poco talento que tenemos pero si no los apoyamos en lo más mínimo obviamente no van a poder salir adelante. Por último tuvimos la oportunidad de escuchar al talentoso Juan Aguirre, que por cuestiones de tiempo solo nos pudo cantar como 4 o 5 canciones de las cuales si tenía conocimiento. En esta ocasión el público estuvo un poco más atento y respetuoso hacia el artista, pero al menos yo sí puedo decir que aproveche y disfrute una tarde completamente llena de talento y arte.

MI CASA por Andrea Gutierrez

En las profundidades de San Cristóbal y en la lejanía de muchos de mis amigos, se encuentra mi querida casa. Muchas veces me he quejado de ella por lo lejos que queda, por los malos vecinos que poco a poco han ocupado las casas a nuestro alrededor, por el trafico INSOPORTABLE que me toca hacer cuando no salgo temprano y sobre todo por la bendita humedad que en época de invierno me tortura y hace que cada una de mis alergias me ataquen y no me dejen vivir en paz, pero aun así es mi casa y le guardo mucho cariño. Toda mi vida he vivido aquí, jamás me he cambiado de casa y jamás creo que lo hare.
Para llegar a ella muchos se quejan de lo “lejos” que esta y del trafico horrible que se hace cuando uno trata de entrar a San Cris, para mi es algo totalmente natural, yo ya me acostumbre al tráfico y lo prefiero mil veces que el de otros lugares.
La garita de mi casa está medio construida a la par de un predio de carros, digo medio construida porque fue hecha a la carrera y aun le faltan algunos arreglos para que quede bien que nunca se los van a hacer. El guardián va variando, esto dependen del día, pero todos los reciben a uno con una gran sonrisa de oreja a oreja. De la garita se camina un poco hacia adentro y se cruza la primera cuadra a la derecha, se baja una cuadra mientras se pueden admirar los distintos estilos de casas que existen en mi colonia, cada una con un estilo distinto. Finalmente se llega a la mía, portones color café y paredes color zapote que mi mamá muy cuidadosamente escogió. Al entrar por cualquiera de los portones se encuentran dos perritos juguetones que moviendo rápidamente sus colas de un lado a otro lo reciben a uno. Un aroma a pipi de cachorros invade el garaje y rápidamente llega a la nariz de cualquiera que entre, es por eso que mi mamá los limpia con cloro diariamente para evitar que las visitas se incomoden. La sala está completamente decorada de acuerdo el gusto de mi mamá, así que las velas aromáticas abundan y en un estante de la sala se pueden admirar unas muñequitas de porcelana que son parte de su colección. Cerca de la sala se encuentran la cocina, el comedor y por atrás se está la lavandería. Lo que más llama la atención del comedor es la mesa que está ligeramente quemada por el mal uso de una candela por parte de mi hermana.
Pasando por un pequeño pasillo se encuentran los tres cuartos, el cuarto principal que es de mis papas, el cuarto de mi hermana, y el mío. El cuarto de mi hermana y el mío se caracteriza por estar pintado de color lila y rosado, estos colores nunca fueron de mi elección pero así han estado pintados desde hace mucho tiempo. En mi cama abundan los peluches y un escritorio esta estratégicamente posicionado para contribuir con mi desorden. De mi closet prefiero no hablar ya que es exactamente la misma historia, mi desorden lo invade día a día y no logro mantenerlo ordenado por más que lo intente.
En el patio trasero aun están los columpios que use desde muy chiquita, donde las travesuras nunca faltaron. En el momento se encuentran oxidados pero por el cariño que les guardamos nos oponemos rotundamente a que los quiten.
Mi casa no es tan grande ni pequeña pero en ella he vivido los mejores momentos de mi vida; si tan solo las paredes pudieran hablar!!!
Mi casa definitivamente lo ha visto todo, desde las peleas, las lagrimas que en secreto han sido derramadas, hasta los momentos más felices que nunca se olvidaran.