jueves, 26 de agosto de 2010

De la URL a mi casa.. Michelle Rossell

Salir de la universidad, mentirles sería decirles que me pone muy triste, pero como estamos hablando con la verdad, amo salir de la universidad. En el momento en que me subo al carro, puedo dar un suspiro de alivio, de paz y de mucha tranquilidad. Enciendo el radio, busco una canción que haga que todos mis sentidos se liberen de tanta tensión, mi único pensamiento es, quiero almorzar y dormirme. Solo pensar en lo linda y deliciosa que se debe de ver mi cama, me pongo tan feliz, pero alto, primero tengo que ir hasta la zona 2 a traer a mi hermana al colegio, imaginen eso. Detesto el tráfico que se hace para llegar a ese colegio, los carros enfrente del colegio de mi hermana son insoportables, arruinan el paso, y me la paso bocinando, bocinando, bocinando, hasta que mi hermana me mira y se sube al carro. La misma pregunta de siempre, mi amor como te fue. Mi hermana a veces molesta, triste o feliz contesta como siempre. Luego dependiendo del ánimo que este, le saco plática porque hay días que esta insoportable, así que prefiero guardar un silencio, irme cantando o solo pensando en cosas de mi vida. No es por nada , pero ir en el carro solo es como vivir una experiencia. Encontrarse con uno solo, pensar acerca de lo que se vive a diario, de los problemas que tenemos y de ver como se pueden solucionar es todo un arte.
A veces, cuando voy con mi hermana no me da tiempo de pensar, porque mi tiempo es solo para hablar con ella bromear un poco, quejarnos de la vida etc, pero cuando no tenemos nada que decir , todo lo que pienso y todo lo que siento no se expresa yo estoy manejando, pero realmente es como que no estuviera en la tierra, como que estuviera en otro mundo, simplemente como que estuviera en mi mundo. Un lugar desconocido, donde yo soy la dueña de todo. Llegar al puente San Cristóbal es sentirme tan cerca de mi casa, siempre le digo a mi hermana que llame a la casa y le pregunte a la empleada que hay de comer. Realmente, no se porque lo hago, pero ya es una costumbre, cuando es algo rico, me voy saboreando la comida hasta llega a mi casa, y cuando es algo que no me gusta, pues, es como que se pierde esa emoción, pero solo con saber que llegaré a mi casa me pongo feliz. Ver al policía de la garita saludarlo parquear el carro y listo otro día mas llegue a mi casa. Llegue al lugar que mas amo en este mundo. Donde soy tan feliz y donde tengo a las personas que hacen que mi vida tenga un sentido, mi familia.

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