La foto la tomé el sábado en la tarde cuando estuve en la Antigua Guatemala.
Estos dos niños son hermanos, llamados José y Luis Hernández. José, el mayor trabaja desde los 6 años de lustrador en las calles de la Antigua, posteriormente aproximadamente a la misma edad, su hermano Luis lo empezó a acompañar.
Cuando saqué la cámara me sorprendió la voluntad de los niños por salir en una foto, estuve platicando con ellos bastante tiempo de qué les gustaba hacer. A ambos les gusta el futbol y le van a los Cremas del Comunicaciones y cuando tienen tiempo “libre” juegan chamuscas con su primo.
Ninguno de los dos estudia, ya no tienen papá y su mamá los hace ir a trabajar todos los días. Un pickup los va a dejar a la Antigua desde Parramos todos los días alas 6 de la mañana y los recoge en la noche.
Luis y José hablaban y se expresaban como todo niño, con muchas risas, pero a la vez pude notar su seriedad y la responsabilidad por su trabajo que tienen desde muy pequeños, algo que es realmente admirable. Es demasiado triste tratar de pensar el futuro que les depara a estos niños, que como miles de otros tienen la obligación y la necesidad de ir a trabajar para sobrevivir el día.
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