lunes, 9 de agosto de 2010

Mi casa, mi hogar, mi espacio

Nathalie Ortíz

Mi casa, mi hogar, mi espacio


A unos cuantos kilómetros de la ciudad capital hacia el norte, se encuentra mi casa. Mi casa se compone de dos niveles. Su color exterior es corinto y el interior, es blanco hueso. Todas las puertas y los portones son de color blanco. En la parte de enfrente se encuentra el garaje para dos carros, también se pueden encontrar las macetas que con mucho amor mi mamá cuida. Al ingresar a la casa, al lado izquierdo se encuentran las gradas hacia el segundo nivel, luego la puerta del baño. Después, está la sala en donde la familia se reúne de vez en cuando conformado por un teatro en casa y una televisión que nos entretiene. También se puede observar la colección de carros de juguete de mi papá y uno que otro trofeo. Al lado derecho, está el comedor en donde con alegría recibimos nuestros alimentos hechos por mamá y adornado por cuadros de la Santa Cena. También se tiene otro espacio en donde está la computadora, como un lugar de estudio. A la par del comedor se encuentra la cocina en donde se puede encontrar comida.

Al subir las gradas alfombradas y adornadas por jarrones antiguos llegamos al segundo nivel. Está conformado por cuatro dormitorios, uno de mis papás, el otro de mi hermana, uno mío y el último de visitas. Cada cuarto goza de su ventana propia en donde se puede ver la luz de la luna o la luz del día. Dos de los dormitorios tienen su propio baño y los otros dos, lo comparten. También se tiene una sala familiar de tres sillones en donde muy de vez en cuando nos sentamos con mi hermana.

En la parte trasera de la casa, está el patio y un dormitorio de servicio en donde se colocan todos los “chunches” como coloquialmente se les dice. Al salir al patio, se puede empezar a escuchar los sonidos de cinco periquitos y los ladridos de mi perra. También se puede encontrar alguno que otro trapo tendido en los lazos.

Así es mi casa, más que mi techo, mi hogar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario