martes, 17 de agosto de 2010

Otras Descripciones

Por: Diego Rosito

-La Cola De Los Shukos-
En la Universidad Rafael Landívar existen diversas opciones para que los estudiantes puedan comer antes, durante, entre y después de clases. Desde crepas hasta panes con frijoles, pasamos de alta cocina a lo más cotidiano; mientras algunos estudiantes prefieren ahorrar.
Un grupo de estudiantes de comunicación deciden hacer la travesía de casi un kilometro para llegar desde su habitual edificio al edificio donde se encuentra la venta de shukos.

Rápidamente se sabe en el recinto que estudiantes de otra facultad han llegado; la cola era muy ordenada con estudiantes de diversas ingenierías, todos haciendo una cola muy recta y silenciosa y casi religiosamente ordenando rápidamente y esperando a que la amable cocinera pegue un berrido que les indique que su pan está listo.

Los estudiantes de comunicación irrumpen en tan organizada situación, con su bulla y usuales chingaderas hacen que el lugar se vuelva más como un pequeño bar de la zona diez o catorce. Todo toma más vida, el cajero sonríe al ver tanta alegría reunida en tan poca gente, los futuros ingenieros miran a los próximos licenciados de manera extraña; para ellos la cola silenciosa tiene mucho más sentido.

Pasan algunos minutos, los comunicadores deciden como llenaran su organismo de más grasa que en realidad no necesitan; la decisión esta entre un pan medio tostado con un poco de guacamol ya medio negruzco, un salchicha en medio de esta escena y un poco de kétchup con un toque mostaza Ana Belly; o que la salchicha salga de primer plano, y entre al juego sus primos el salami, chorizo y longaniza.

La cola se hace eterna para los comunicadores, es tediosa y silenciosa; metódica. Para los ingenieros esto es normal, su mundo es silencioso y minucioso. Por fin logran llegar a la caja, ordenan los alimentos que consideran necesarios; una grappete será la acompañante para tan delicioso pan.


Se sientan todos en la mesa más cercana a la puerta del lugar y de allí observan como la cocinera prepara un par de panes que no se ven completamente higiénicos, pero que importa todo lo que esta cocinado no tiene bacterias. La cocinera exclama: “4 Especiales con Carne, Chorizo y Longaniza; ¿Los quieren con todo?”. Al unisonó los estudiantes responden: “SI, menos kétchup!”…

El Camino Del Saber

Mi casa descrita en una entrada anterior está ubicada en la zona catorce, se puede decir que el camino a la Universidad no es muy largo, pero se pueden ver diversas realidades de Guatemala. Al salir del portón de la Colonia Darue, nos encontramos en pleno Barrio La Villa, a la hora de venir a la Universidad hay diferentes ventas instaladas en las afueras de las casas.

Para poder salir a la veinte calle de la zona 10, hay que esquivar un puesto de carnitas, otro de tamales, uno más de elotes locos y para terminar el puesto de churros que esta contrario a la esquina de una paca moderna, véase como “donde los chinos”. Es muy usual encontrarse con las mismas personas y carros en la calle, ya en la veinte calle hay que hacer un cruce kamikaze frente a Quantum, para poder cruzar hacia los próceres frente a la estación policial de la zona diez.

Pasando frente a la sede policial, hay que estar pendientes de poder hacer un cruce pasando dentro de las instalaciones pintadas de rojo de una gasolinera muy conocida por tener una estrella con motivos rojos y blancos. Estamos ahora en los próceres, ya en plena jungla cementera. El humo de las camionetas “Melva” que viajan a Jutiapa nos nubla la vista, cuando ya podemos ver eso hora de frenar fuertemente por la cola que los ambles policías de EMETRA organizan con gran entusiasmo cada tarde.

Después de casi veinte minutos de desgastante CLUTCH+FRENO+ACELERADOR; pasaremos frente al centro comercial “La Pradera”, hay que aclarar que es el original ya que en los últimos diez años han aparecidos múltiples reproducciones en casi cualquier ciudad de Guatemala.
En ese momento podemos empezar a cambiar de velocidades y acelerarnos en búsqueda del Boulevard Vista Hermosa. Estamos mucho más cerca de la U de lo que parece, pero como Dios ha creado una tierra de valles y montañas tenemos que pasar por un camino altamente sinuoso para poder llegar a la Universidad. Lugares importantes que se tienen que ver para saber que se va al lugar indicado son: El Edificio del Canal 7 (tiene un siete gigante), la oficina de Telgua en una esquina, la UVG y la panadería Masein.

Regresando al Blvd.V.H. hay que ir esquivando algunos tiranosaurios modernos que visten de rojo, el cambio de carriles tiene que ser constante si se quiere tener éxito y poder llegar a tiempo a la Universidad. Habiendo pasado todos estos peligros, nos encontraremos con un semáforo muy especial que tiene un marcador de segundos, es como estar en el estadio pero este nos dice cuanto tiempo nos tenemos que esperar – Colom debería instalar uno en el Palacio para ver cuando más nos tenemos que aguantar - o también nos dice cuanto tiempo tenemos para pasar.
En este cruce giramos a la derecha y estamos a pocos minutos de la U, seguimos el camino principal con cuidado de no desviarnos en alguna colonia de la zona. Luego de pasar la gasolinera del Tigre, hay que pegarse a la derecha y en la cuchilla seguir sobre la derecha; luego pasar frente a la UVG y de esa manera seguir el curvilíneo camino hasta las puertas de la Landívar.

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